martes, 28 de junio de 2016

Tic y educación

Mentes creativas, clases expandidas con TIC
Carina Lion
Profesora, Licenciada y Doctora en educación, especialista en tecnología educativa



Con los últimos años y con las políticas de inclusión de tecnologías en el sistema educativo a través de diferentes programas. La fuerte presencia de pantallas múltiples (celulares, computadoras, pizarrones inteligentes, tabletas, entre otros) en el sistema educativo actual, muchas de ellas táctiles, habilitan maneras diferentes de acceder, recorrer, producir y relacionarse con la información. Los docentes nos fuimos capacitando cada vez más en estos temas. Un poco por necesidad, un poco por curiosidad, un poco por obligatoriedad. Reconocemos que nuestros estudiantes se encuentran, por lo general, hiperconectados pero no sabemos, en profundidad, qué cambia en las maneras de aprender con la ubicuidad, la convergencia, la vertiginosidad que traen las tecnologías. Hay estudios que han estado profundizando desde diferentes perspectivas psicológicas y recortando distintos objetos de estudio: qué cambia en las maneras de aprender con la mediación tecnológica.

No obstante, la clase como clase no se ha visto interperlada con honestidad. Repensar la clase en profundidad implica revisar su estructura, su sentido, su relevancia en tanto la información está accesible, disponible. Cuál es el plus de la enseñanza? Cuáles son los contenidos más relevantes hoy? Para qué sujetos? Cuál es el lugar de las tecnologías en la clase? Atraviesan los contenidos, las prácticas? Las interpelan? Cuál el lugar del director como gestor del cambio en la institución? Qué visión de tecnologías construye la escuela? Una visión instrumental según la cual las tecnologías son recursos para el alcance de los objetivos educativos? Una visión relacional según la cual el uso intenso de las tecnologías como herramientas de la cultura en escenarios contemporáneos puede transformar nuestras maneras de construir conocimiento?  Estos interrogantes muestran un camino para seguir recorriendo y formándonos.

Las comunidades de práctica, las formas de inteligencia colectiva, las producciones que ofrecen externalizaciones de creaciones compartidas se instalan cada vez con más fuerza y dan cuenta de la potencia de buenos usos de las tecnologías cuando se conciben desde una ecología institucional, con relevancia pedagógica y curricular. Las tecnologías promueven nuevas formas de producción y de circulación del conocimiento en las que se valora la polifonía de voces, el trabajo en colaboración, las propuestas revisadas de autoría y de construcción colectiva en las redes sociales. Para los jóvenes representan caminos diferentes en la construcción de su identidad mientras habitan espacios virtuales que implican necesariamente mayor exposición hacia una visibilidad pública. El acceso a la información nos habilita para que pensemos cómo expandir el aula hacia el más allá de la escuela; cómo repensar nuestras prácticas para que inspiren aprendizajes significativos; mentes que crean en conjunto: docentes-estudiantes-la escuela entera tejiendo perspectivas y producciones en las que el motor es pedagógico y la tecnología aumenta, ilumina, recrea, materializa. Todo un desafío para seguir pensando.