jueves, 25 de septiembre de 2014

Generar espacios de trabajo colaborativo/ cooperativo

Necesitamos estrategias que permitan, a los docentes un trabajo significativo y valorado por nuestros alumnos, y para ellos una forma de enseñarles, además de los contenidos escolares, valores que les ayuden a desempeñarse en la sociedad.
El trabajo colaborativo/cooperativo (Tujillo Vargas, 1998) es una estrategia para enseñar, pero también es una forma de que nuestro chicos aprendan que trabajar en grupo es enriquecedor y útil.



Tujillo Vargas lo define como "Una forma de trabajo que desarrolla habilidades mixtas (...) provee un amplio rango de estrategias para promover un aprendizaje académico a través de la comunicación y cooperación con los alumnos."*
De esta forma, los profesores se evitan preparar clases expositivas, que si bien son útiles y necesarias en los momentos de enseñanza, también generan mayor distracción en los alumnos. Hacerlos partícipes de su propio proceso de aprendizaje y que sea entre pares es muy enriquecedor y propicia:
-La interdependencia positiva, es decir, todos trabajan tanto para el grupo como para cada uno de ellos mismos.
-La promoción grupal: todos se encargan del éxito de todos y cada uno.
-Incremento del autoestima.
-Incremento de la seguridad en si misma y en su grupo/ equipo.
-Se aprende a colaborar y de esa forma se reemplaza la competitividad.
-Aprender a vivir en grupo, a llevar a cabo proyectos con esas características y crear buenas relaciones para que sea más valioso.
-Se aprende a consensuar, ya que no hay otra forma de seguir adelante si no es creando acuerdos al interior del grupo.

El profesor pasa a ser un colaborador y guía de los procesos que el grupo va transitando. Lo procesos que se desarrollan en este tipo de trabajo son: Cognitivos  (A través de análisis, comprensión, generalización); Procesos afectivos, despertando emociones, sentimientos, valores; Volitivos (tomando decisiones y elecciones en función de los valores) y también sicomotores permitiendo desarrollar destrezas, hábitos, etc.

Que el trabajo en grupo es muy efectivo no es nuevo. Queda en nosotros, permitir y proponer planificaciones que incluyan proyectos grupales. En el Postítulo de Actualización Académica para docentes que dictamos en convenio con la Universidad Nacional de San Martín trabajamos y reflexionamos con los docentes sobre la importancia de que ellos generen estos espacios.

*Tujillo Vargas, J. (1998) "TRABAJO EN EQUIPO, UNA PROPUESTA PARA LOS PROCESOS
DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE". IV Congreso RIBIE, Brasilia.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¡Feliz día del Maestro!

En este día del maestro les regalamos estas maravillosas palabras de Phillippe Meirieu que reflejan el trabajo diario que realizan los docentes, y por ello nuestro agradecimiento infinito:

"Efectivamente, hacerse profesor es invertir en el futuro, ya que significa trabajar todos los días en los aprendizajes. Habría que tener muy mala predisposición para no esperar nada del futuro cuando, precisamente, nuestro trabajo consiste en convencer a nuestros alumnos, contra toda fatalidad, de que un futuro diferente es posible. Un futuro en el cual, gracias  a que habrá conseguido aprender, podrá comprenderse mejor y comprender el mundo, y así asumir, prolongar y subvertir su propia historia.

No tenemos por qué buscar en otro lugar razones para tener esperanzas y para luchar. Ahí están, a nuestro alcance, en la lección más trivial, en el ejercicio más fácil, en la clase que tenemos que dar hoy, ahora mismo. Son a la vez evidentes e invisibles, están presentes en el acto mismo a través del cual transmitimos a nuestros alumnos los conocimientos heredados que ellos van a interiorizar. 

(...) Así es como, en la dinámica misma del acto de enseñar, en el propio acto de aprender, podremos encontrar con qué instituir a la escuela y construir un futuro posible para los hombres"

Meirieu, P. "Cartas a un joven profesor" (2006)

jueves, 4 de septiembre de 2014

Preparar a nuestros jóvenes para el mundo laboral frente a las nuevas configuraciones sociales y económicas

"Advierten que la escuela no prepara para el trabajo" es el título de una nota del diario Clarín publicada el día de hoy. En ella se hace mención a la desconexión entre la institución escolar y el mundo laboral con el que muchos jóvenes se enfrentan.
Esta desconexión o falta de articulación entre estos dos ámbitos no es una novedad y la escuela no es la única responsable por ello. Sabemos que las nuevas configuraciones culturales y económicas han provocado un cambio en la sociedad que hace necesario un trabajo constante. 
Desde nuestro rol como docentes, pertenecientes a a comunidad educativa y en representación a la institución escolar debemos tener en claro tanto los cambios producidos como lo que se espera de los jóvenes en nuestra sociedad y actuar en conjunto con otras instituciones.


Richard Sennet, sociólogo estadounidense, en una de sus numerosas e interesantes obras, "Corrosión del Carácter" (1998) atraviesa tres ejes de análisis sobre la crisis educativas y sobre los desafíos a enfrentar en el nuevo marco cultural*
El primero de los ejes tiene que ver con el tiempo. Ahora vivimos en la cultura del "nada a largo plazo" en contraposición al tiempo racionalizado del pasado. Ahora, el pasado es obsoleto y el futuro incierto y los vínculos de confianza entre generaciones se ve erosionado.
El autor cuenta la historia de Enrico, un inmigrante italiano que vive en EEUU, portero toda su vida que ha llegado a convertirse en un ejecutivo moderno. Su hijo, Rico es un hombre que, gracias al esfuerzo de sus padres, ha podido prepararse profesionalmente y ha montado su compañía. Pero para él, las cosas no son fáciles: quiere que sus hijos vean en él un ejemplo de determinación. Pero su movilidad social en ascenso es para ellos algo natural, algo que tiene que ver con su pasado. Las dificultades para trasladar a su familia las pautas del trabajo provoca su insatisfacción.

Otro de los ejes es el talento. La cultura moderna propone una idea de meritocracia que valora más la capacidad de cambiar que la experiencia. Efectivamente esto se convierte en un problema para los jóvenes que deben salir a trabajar y que han transitado una escolarización que se caracteriza por una configuración que ha cambiado poco desde sus inicios.

El tercer desafío, se corresponde a una de las consecuencias más importantes del paradigma actual: la ruptura con el pasado y el cambio permanente. En este punto se hace referencia a la conducta por la cual se deja atrás el pasado mediante una ambición de consumo que impulsa a dejar de lado lo viejo (aunque sea valioso).

Estos tres ejes nos sirven para pensar los cambios en los que nuestros jóvenes deben insertarse laboralmente y el nexo o articulación que la escuela debe propiciar para que ello sea un camino satisfactorio. Se trata de beneficiarlos pero siempre con la enseñanza de valores que además del trabajo, les sirva para la vida.


*Extraído del artículo de J. C. Tedesco, Laudatio del Doctorado Honoris Causa de Richard Sennett- Universidad Nacional de San Martín- Disponible aquí