miércoles, 19 de marzo de 2014

La Educación de Jóvenes en el futuro de corto plazo

Vivimos en un escenario social y educativo con altos niveles de incertidumbre, dice Marcelo Krichesky* en su texto "Inclusión, cambios de formatos y los aprendizajes del mediano plazo. Hacia la Argentina del 2030". que casi nos obliga a concentrarnos en una cultura del "aquí y ahora" atravesado por la fluidez y la pérdida de un sentido sobre el cual se apoyaron las instituciones educativas.
A pesar de ello, dice el autor, la escuela sigue siendo una institución de referencia para los niños y adolescentes constituyéndose como un lugar público privilegiado para el acceso a determinados bienes culturales.


Asistimos a un proceso de crecimiento desigual de las oportunidades de los adolescentes de ingresar y permanecer en el sistema educaativo, donde observamos un debilitamiento de los lazos sociales, un incremento de la vulnerabilidad y transformación de las identidades sociales. La oferta de educación de jóvenes y adultos ha aumentado respecto a la secundaria común y esto nos habla de una crisis profunda en ésta última, pero tambien de las posibilidades de inclusión educativa que genera la oferta de jóvenes y adultos, ya sea por menor extensión de los planes de estudio, por flexibilidad curricular u otros motivos.

Tenemos que sentarnos a pensar, como dice el autor, las razones de la exclusión y trabajar sobre aquellas que nos permitirán revertirla. La escuela debe luchar contra las viejas estructuras y formatos escolares, para abrirse a nuevos enfoques y aportes que llegan desde el campo curricular, la historia y la sociología de la educación.


El autor toma los aportes de Perazza, R (2009) y Teriggi; F (2012) sobre las temáticas que nos ayudan a comprender algunas lecciones para las políticas en vistas de un futuro de corto y mediano plazo:
a) La posibilidad de acompañar, de entender y contextualizar los procesos de aprendizajes de los niños sólo es posible en grupos pequeños, trabajar así en el aula.
b) Las escuelas con problemas de deserción, abandono, repitencia, etc. requieren de personal docente con otra formación y posibilidad de dictar clases en dichas escuelas.
c) Revisar el lugar de la familia en la escolarización. Deben generarse otras formas de vínculo familias/ organizaciones familiares/ escuela. 
d) Lograr la ruptura del aprendizaje monocrónico en la enseñanza, la construcción de itinerarios en la escuela; y las instancias de promoción y evaluación flexible en el tiempo, tienen que formar parte de la agenda política. 


*Krichesky, Marcelo (2013) "Inclusión, cambios de formatos y los aprendizajes del mediano plazo. Hacia la Argentina del 2030". Texto 6, En “La educación de jóvenes en el futuro. Proyecciones 2013: desafíos yposibilidades” Horacio Ferreyra-hugo Labate (coord.)
Texto utilizado en la 1º Clase de nuestra Diplomatra Superior en Gestión de Instituciones Educativas que dictamos en Convenio con la Universidad Nacional de San Martín. Info aquí